La Neumonía es una infección en los pulmones producida por gérmenes que ingresan a las vías respiratorias y producen inflamación; genera molestias que deben ser tratadas adecuadamente para evitar complicaciones. Puede manifestarse como un resfriado común, sin embargo los síntomas parecen empeoran con los días.
Existen diferentes tipos de neumonía, estos son algunos síntomas:
- Pérdida de apetito.
- Tos severa.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en el tórax.
- Dolor muscular y en las articulaciones.
- Dolor de cabeza.
La mayoría de las neumonías se producen por contagio a través de las vías respiratorias. Es importante prestar atención a los antecedentes de enfermedades respiratorias y consultar con el médico tratante los riesgos y el manejo de los síntomas. Si no se trata adecuadamente, la neumonía puede presentar complicaciones que comprometan la vida de los niños.
Para prevenir la enfermedad es fundamental completar el esquema de vacunación contra el neumococo, que debe aplicarse a los 2, los 4 y los 12 meses de edad. También es importante ofrecerle al niño una adecuada alimentación; la lactancia materna favorece sus defensas y previene enfermedades en los pequeños.
Recuerda que una neumonía inicialmente puedes confundirla con un proceso viral o una gripa, observa la evolución de tu hijo, no lo automediques y acude al médico en caso de que la fiebre no baje o los síntomas no mejoren. El médico podrá determinar la causa y el tipo de neumonía para indicar el tratamiento adecuado.