Enfermedad en el niño, ¿Cómo manejarla?
La enfermedad en el niño por lo general se revela en su estado de ánimo; se le ve débil, triste o aburrido. Si es muy pequeño, tiene la posibilidad de expresar su malestar a través del llanto; los niños más grandes podrán decirle a sus padres si tienen algún dolor o si se sienten indispuestos.
Si tu hijo presenta síntomas de alguna enfermedad, acude al médico para que determine el tratamiento adecuado. Además de la atención médica y el suministro de medicamentos previamente formulados por el especialista, es muy importante la actitud de los padres y cuidadores, así como el ambiente donde permanece el niño mientras dura su enfermedad.
Ten en cuenta estas recomendaciones para que tu hijo se sienta mejor durante su enfermedad:
- Tanto los padres como los cuidadores deben transmitirle tranquilidad y optimismo al pequeño, cuando un niño está enfermo puede asustarse con facilidad, si ve a sus padres preocupados, es posible que el niño se de cuenta.
- Dependiendo de la enfermedad y su posible duración, es necesario que los padres estimen el tiempo que pueden acompañar al niño durante esta etapa, si no pueden estar al lado del niño por sus compromisos laborarles, es necesario que un cuidador, bien sea un familiar o alguna persona que les colabore, esté atento a la evolución de la enfermedad y las necesidades del pequeño.
- Si la enfermedad requiere cuidados especiales, es necesario que los padres dispongan de tiempo para acompañar al niño, su compañía le brinda seguridad al pequeño y puede favorecer su recuperación.
Es muy importante el apoyo de los padres y de la familia. Algunos niños se asustan cuando van al centro de salud o a un servicio de urgencias, le temen a instrumentos como las inyecciones, tienen dificultad para tomar sus medicinas; el amor, la paciencia y el apoyo de los padres pueden facilitar estos incómodos momentos.
Si tienes dudas sobre síntomas o enfermedades, consulta con el médico para que te de las recomendaciones necesarias. Recuerda que es muy importante que tu hijo reciba todas las vacunas y sus dosis completas. Aunque sea una enfermedad común, tu hijo requiere atención y cuidados.