Los gases o el cólico del lactante
Tener un bebé y sentir cómo un dolor no le permite estar tranquilo y el llanto se torna casi insoportable por la ansiedad que genera en los padres que tratan de identificar la causa pero ven que cada minuto es un sufrimiento para el pequeño, es uno de los momentos más complejos, especialmente para los nuevos padres.
Los gases
Es importante recordar las recomendaciones para la alimentación del bebé: lo primero es esperar unos minutos antes de acostar al bebé luego de alimentarlo, hacerlo, puede producirle molestias al bebé como reflujo, gases o cólicos.
Sacarle bien los gases al bebé también es importante, no se trata de quedarse una hora dándole golpecitos en la espalda para que salgan pero si es necesario ayudarle para que más tarde no se convierta en un fuerte dolor.
Hacerle un seguimiento al bebé sobre la tolerancia a la leche, sea materna o complementaria (de fórmula) es muy importante, hay bebés que al principio toleran la leche pero después les resulta difícil digerirla y esto les produce malestar, bien sea porque no toleran la lactosa o porque les produce gases que les resultan dolorosos.
Cuando un bebé tiene gases fuertes, se pone irascible, llora mucho, es un llanto prácticamente inconsolable. En estos casos, los masajes circulares en su estomago le pueden ayudar (en sentido de las manecillas del reloj), ponerle una bolsa de agua caliente, con cuidado de no quemarlo, puede ayudarle mucho. Un baño de agua tibia para que se relaje también puede ser una opción. Si no resulta ninguna de las recomendaciones anteriores, es importante consultar al médico para que determine si la leche puede ser la causa o si debe hacerse una revisión para mirar si existe otro motivo.
En estos casos lo más importante es tener paciencia, resulta muy doloroso para los padres ver tan acongojado y adolorido al bebé pero si la impaciencia les gana, el bebé va a sentir el estrés de sus padres y se pondrá más inquieto.
Los cólicos del lactante suelen aparecer al finalizar la tarde, se caracterizan por el llanto incontrolable del bebé, que puede durar horas. Ten en cuenta que el bebé necesita sentir tu cariño, cargarlo, hablarle y tratarle de ayudar para que supere el dolor es fundamental, sin embargo puede ser algo difícil y tornarse inmanejable para los padres. Traten de buscar ayuda, no se desesperen, el cólico pasará pero es posible que se repita.
Consulta con el pediatra cómo manejar los cólicos; algunos niños los padecen todos los días entre la segunda o tercera semana y la semana 12. A veces con el cambio de leche complementaria mejora la situación o algunos cambios en la dieta de la mamá también mejoran esta situación.