Antojos en el embarazo
Debo reconocer que siempre he sido de antojos, sin embargo en el embarazo he tenido antojos de dulce más que de sal, han sido mi debilidad. Disfruto pensar en arequipe, en milhojas, donas y helados, aunque trato de no comer mucho dulce porque me da miedo de una diabetes gestacional y de problemas de salud que puedan poner en riesgo al bebé.
A veces me siento diferente con respecto a los antojos, conozco mujeres que en la madrugada le piden a su pareja que se desplace a lugares alejados de sus casas para que le lleven un antojo. Otras que quieren probar cosas raras como zanahoria con azúcar refinada o comer cosas que antes del embarazo no les gustaban. También conozco mujeres que durante el embarazo disfrutaban sabores que después no podían sentir.
Con respecto a los antojos hay muchos mitos, no falta quien dice que se deben cumplir todos los deseos de la embarazada para que el bebé no salga con «la boca abierta»; sinceramente creo que la razón para cumplir los antojos está más orientado en consentir a la mujer, que atraviesa una etapa maravillosa pero que no deja de ser difícil y por otro lado, especialmente cuando se trata de antojos “raros”, puede ser que el cuerpo esté manifestando necesidades de sustancias, nutrientes o alimentos.
Bienvenidos los antojos sanos y bien manejados, bienvenidos los cuidados de la pareja y la familia, a disfrutar una etapa más del embarazo. Los kilitos de más se perderán después, eso sí, a cuidar la salud y evitar excesos.