EmbarazoTercer trimestre

Depresión posparto

Muchas mujeres experimentan una serie de sensaciones luego del nacimiento de su bebé. Los cambios físicos, mentales y el impacto emocional que conlleva la llegada del bebé pueden ser muy fuertes para la madre.

 

Relación de pareja

Por un lado está la relación de pareja, toda la atención se centra en el bebé. Muchos hombres no entienden por qué su pareja no le presta tanta atención o porqué la negativa cuando quiere pasar un tiempo a solas mientras duerme el bebé.

El hombre tiende a olvidar que la madre ha estado todo el día pendiente del pequeño, esperando que coma, rogándole para que lo haga, haciendo fuerza porque casi no le sale leche o estresada porque el bebé no se pega bien. Después se encarga de sacarle los gases o lidiar con un cólico. Más tarde puede estar tratando de dormir al bebé y tratando de descansar y cuando logra organizarlo todo para relajarse un tiempo, de nuevo se despierta el bebé y comienza de nuevo la rutina.

¿Será que la madre tiene muchas energías para compartir en pareja, cuando sólo piensa en descansar y que alguien le ayude por un momento a cuidar al bebé?

 

Autoestima

La retención de líquidos, los kilos de más en los muslos y el abdomen, la hinchazón, el cambio rotundo en el cuerpo, la pérdida de curvas y otros aspectos más, pueden afectar el autoestima de la madre. Recuperar la figura es una de sus metas pero entre los cuidados del bebé y de la casa, a duras penas le da tiempo para maquillarse y peinarse.

La pérdida de confianza al ver los cambios de su cuerpo pueden afectar no sólo la relación de pareja, sino también su relación con el resto del mundo. Sentirse mal emocionalmente se verá reflejado en todo lo que haga la madre; estará de mal humor, triste o irascible.

 

Capacidades como madre

Tener a su pequeño en brazos también puede resultar angustiante, escuchar comentarios de familiares o amigos diciéndole cómo debe hacer las cosas o qué está haciendo mal, genera desconfianza en la madre, afectándola, volviéndola insegura, generándole estrés y en algunos casos enfermándola.

Sentir que no es buena como madre, que no es capaz de ofrecerle a su bebé los cuidados necesarios, puede ser muy perjudicial tanto para la mamá como para el pequeño.

Estos y otros factores influyen en la madre y pueden generarle una depresión posparto: tristeza, irritabilidad, angustia, ansiedad, falta de sueño o dificultades para dormir, son algunos de los síntomas de la depresión posparto.

Cuando una mujer esté experimentando estas sensaciones debe tomarse un tiempo para descansar. Cuidar un bebé puede resultar muy agotador. Dormir, salir de compras, pedirle a alguien que cuide del bebé mientras practica alguna actividad que le guste como ir a cine con su pareja o salir a comer, le ayudará a oxigenarse, descansar, cambiar de ambiente y poder reponer energías para disfrutar de los cuidados de su pequeño.

 

Recomendaciones

Aprender a manejar estas emociones, así como equilibrar las necesidades del bebé y las tuyas, te permitirá sentirte mejor. No te desesperes, busca ayuda entre tus familiares, comunícale las cosas a tu pareja para que te entienda y te apoye. Si no resulta y te sientes cada vez más angustiada y triste, pídele a tu médico que te ayude. No te automediques.

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