Mitos y realidad sobre las manoplas y los ombligueros
Anteriormente se usaba ponerle al bebé ombligueros y manoplas para arroparlo y proteger su ombligo. Sin embargo en la actualidad estos accesorios ya no son tan usados, pues se ha comprobado que el ombliguero o fajón puede producir infecciones por falta de oxigenación en esta zona. En caso de que se sospeche de una infección, es necesario acudir al médico y seguir sus recomendaciones.
Las manoplas o guantecitos por su lado, impiden al bebé mover sus manos libremente. De igual manera se recomienda evitar envolverlo en una manta o cobija. Si el bebé se siente sofocado y aprisionado por no poder moverse, puede mostrarse desesperado y llorar. A veces las madres no se percatan de esta sensación porque pretenden protegerlo del frío o darle seguridad, sin saber que eso lo puede molestar.
Es preferible ubicar al bebé en un sitio seguro cuando debas realizar alguna actividad; procura que se sienta cómodo y que pueda moverse, de esta manera estará más tranquilo y no se sentirá aprisionado. Si está haciendo frío arrópalo bien sin necesidad de envolverlo.
Con el paso de los días el bebé será más activo y le molestará sentirse incómodo, por eso es importante garantizar su seguridad y su bienestar.