Cuando estamos rodeados de bebés
Muchas de nosotras tenemos amigas o familiares que tienen bebés y niños pequeños; no hay nada más tierno que verlos, cargarlos, hacerlos reír y jugar con ellos. A veces terminamos más agotadas que ellos pero la alegría y la emoción que generan es incomparable. Entonces, cuando los dejas te hacen falta y llegas a la casa, miras a tu pareja y empiezan a tocar el tema llenos de ilusión: ¿Y si tenemos un bebé?.
Esa es la pregunta que más ilusión puede producir en una pareja pero es el tema que causa más angustia, ¿estamos preparados?.
Mientras llega el momento de intentarlo comprometidamente, es divertido aprender cosas de los nuevos padres que tenemos a nuestro alrededor; nada mejor que ir perfilando el tipo de padres que podemos ser; pensar qué tomamos de aquellos que son obsesivos, de los que son demasiado relajados, de los que son unos expertos aunque sean primerizos; qué pensamos de aquellos que son demasiado permisivos o demasiado rígidos.
En fin, uno nunca sabe cómo será una carrera hasta correrla, así que tocará esperar, primero hay que decidir ser padres y luego viene lo demás, porque estoy segura que no es simplemente con deseos que se logra tener un bebé.